lunes, 30 de septiembre de 2013

Betis 1 - 0 Villarreal. Faltan conexiones.

Ayer tuvimos la ocasión de vivir en el Villamarín un partido bastante descriptivo. Digo esto porque los cerca de 30.000 espectadores que nos dimos cita en la tarde otoñal del domingo pudimos comprobar como el Villarreal es un equipo cuajado, con las ideas claras y un enorme planteamiento táctico pero con las carencias típicas de un recien ascendido y el Betis todavía está buscándose.
Hay todavía mucha distancia, tanta que no sé si llegará, del Betis que el año pasado en un contragolpe con dos o tres pases tenía una ocasión clara y manifiesta de gol. Es verdad que el año pasado teníamos jugadores como Campbell o Pabón, muy factibles para este tipo de juego. Pero las conexiones eran claras y precisas y se sabía que el Betis era un equipo letal en el contragolpe, uno de los mejores de la liga. Sin embargo este año, parece todo difuso.
Entrando en detalle y por zonas, se puede decir que el mejor refuerzo de este año se ha realizado en la portería. Guille Sara es fiabilidad y templanza, ojito con este portero porque es muy joven y tiene muy buena pinta. En defensa, tenemos lo mismo del año pasado. Mucho sacrificio y esfuerzo, nivel limitado. El traje que le hace Cani (madre mía en que estado de forma de este futbolista) a Chica y Amaya en la jugada del penalty es muy descriptiva. Otro año más han venido refuerzos (Vila, Figueras, Steinhofer...) que no sabemos si serán eso, refuerzos. Vila ayer sembró bastantes dudas, sobre todo en dos rechaces de un corner en el que sus centros defectuosos provocaron dos contragolpes claros del Villarreal y sendas tarjetas amarillas para Vadillo y Amaya. Este último debió ser expulsado en otro claro penalty en la última jugada del partido (sí, el árbitro nos favoreció). Buen partido de Lolo Reyes, que si se adapta bien al fútbol europeo tendremos medio centro de cierre de garantías.
En ataque es quizás donde haya más carencias. Vadillo es un proyecto de muchas cosas pero todavía no sabemos exactamente de qué. Ayer en banda derecha estuvo totalmente perdido y cuando cambió a banda izquierda mejoró su nivel, donde ha sido su mejor actuación hasta el momento ante el Valencia. A Joan Verdú se le debe exigir bastante más. La jugada más clara de gol y sentencia del partido estuvo en sus pies y no supo rematarla. Espero que Rubén sepa leer esos pases al hueco que de momento, sólo ve él. Molina trabajó pero cuando no está acertado de cara al gol, salen a relucir más las carencias, aún así, buen trabajo. Y por último, Nosa ayer estuvo muy bien. Gol aparte, le puso cordura a todo lo que hizo, si bien se diluyó al final del encuentro.
En resumen, y tal como leí ayer en un twitt, no mereció perder ante el Madrid y perdió, no mereció perder ante el Celta y también lo hizo y ayer no merció ganar y ganó. Bendito karma del fútbol.

sábado, 28 de septiembre de 2013

El curioso caso de Rubén Castro.

Una convocatoria más, un partido más y Rubén Castro no estará. Tan necesario y tan añorado por toda la afición bética, y todavía, no estará.
Es muy raro todo esto que está pasando con Rubén. De estar en la convocatoria contra el Granada a caerse misteriosamente de ésta por la mañana, recayendo de la misma lesión que tenía en el transcurso de la noche. Tras esto, viajes a Barcelona, infiltraciones, amenazas de quirófano y preocupación evidente.  Y una pretemporada que casi ni ha hecho.
Rubén, como cualquier futbolista, tiene derecho a lesionarse. De hecho somos especialistas en aguardar la reaparición de jugadores lesionados y necesarios, recordemos a Alfonso Pérez Muñoz que siempre lo esperábamos como agua de mayo. Lo que resulta evidente es que el Real Betis se ha encomendado al estado de un futbolista, sin contar parece ser, que ese jugador tiene un año más esta temporada y que por ley de vida su rendimiento irá disminuyendo paulatinamente. Estamos en manos de lo que la espalda del jugador aguante, si no se opera antes, que lo mismo será para toda la temporada o para dos partidos una vez esté recuperado.
Sería más que conveniente no buscar un refuerzo en invierno para salir del paso (Pabón fue así el pasado año, otra cosa fue su rendimiento envidiable que nos dió mucho positivo), si no el buscar alguien en propiedad que empiece a ser un sutituto de garantías para Rubén. Y por supuesto, no podemos esperar a traerlo al 31 de enero, porque despues al final de temporada (sería una más) nos acabaremos acordando de aquellas jornadas que se quedaron en el limbo y que nos hubieran dado una mejor clasificación, o quién sabe si la vida.